
Por Redacción | 30 de abril de 2025 | Morelia, Michoacán
Por un día, el Pleno del Congreso del Estado dejó de ser solo recinto legislativo de adultos para convertirse en una caja de resonancia de la niñez michoacana. El Parlamento Infantil Incluyente 2025 no fue un acto simbólico, sino un ejercicio real de participación ciudadana donde 40 niñas y niños de entre 9 y 12 años, procedentes de 28 municipios, alzaron la voz para hablar de los temas que más les preocupan: educación, seguridad, medio ambiente y una convivencia libre de violencia.
La sesión, presidida por el diputado Juan Antonio Magaña, tuvo como eje el reconocimiento del poder transformador de las ideas infantiles. “Los trabajos que realizaron serán tomados en cuenta para reflexionar sobre lo que ustedes piensan de las distintas temáticas de la vida cotidiana”, dijo Magaña, invitando a las y los legisladores infantiles a vivir con emoción esta experiencia.
Pero este Parlamento va más allá del simbolismo. Las iniciativas y propuestas expresadas por las y los menores serán consideradas por las comisiones legislativas correspondientes —especialmente las de niñez, educación, medio ambiente y seguridad— como insumos para nuevas reformas o políticas públicas. Así lo confirmó Fabiola Alanís, presidenta de la Junta de Coordinación Política, quien resaltó que la niñez no solo debe ser escuchada, sino incorporada activamente en la construcción de un mejor estado.
Desde la tribuna, la diputada Ana Vanessa Caratachea fue enfática: “Nunca olviden que su voz tiene poder, que sus ideas valen y que desde hoy ya son parte del cambio que nuestro estado y país necesitan”.
El Parlamento también reflejó el compromiso institucional de todos los poderes del estado, con la presencia de más de veinte diputadas y diputados, la magistrada presidenta sustituta del Poder Judicial, Magdalena Monserrat Pérez, y el comisionado estatal de Derechos Humanos, Marco Antonio Tinoco.
El Parlamento Infantil Incluyente 2025 dejó claro que la niñez no solo tiene derechos, sino propuestas concretas. Y cuando se les da un espacio real de participación, no solo hablan: construyen futuro.