_Conoce su enigmático sabor en el Encuentro Nacional del Mezcal
Morelia, Michoacán, 3 de diciembre de 2023.- El misticismo y la tradición de la Noche de Muertos envuelven al mezcal Santa Muerte, de delicioso sabor e inigualable color negro que representa la fusión de las visiones michoacana y oaxaqueña sobre la festividad de los pueblos purépecha y zapoteco.
Presente en el Encuentro Nacional del Mezcal, que tiene lugar del 1 al 3 de diciembre en el jardín del Orquidario del Centro de Convenciones y Exposiciones de Morelia (Ceconexpo), Javier Aguirre, representante de esta marca michoacana, explicó que su creación es un homenaje a esta celebración tan importante para la cultura de Michoacán.
“Soy orgullosamente michoacano y estoy feliz de que se estén brindando estos espacios para impulsar el mezcal de nuestra tierra”, manifestó.
Explicó que para darle esa tonalidad al mezcal se le agrega maíz azul, y que la marca se sustenta en una leyenda muy bonita sobre un rey zapoteco que estaba sumamente dolido por la muerte de su hija.
A los oídos del monarca llegó la noticia de que en la parte central del país celebraban la festividad de Noche de Muertos, lo que para él, sumido en el dolor, no podía comprender por qué otro pueblo en un lugar lejano, celebraba durante una noche entera a los difuntos; intrigado, decidió organizar un viaje desde Oaxaca a Pátzcuaro, para conocer a los purépechas, quienes lo invitaron a vivir la festividad.
Cuenta la leyenda que los zapotecos venían cargados con artesanías, orfebrería, alfarería y vasijas de barro negro con mezcal para compartir. Al momento de la bienvenida y de brindar con sus anfitriones, vierten el mezcal en el recipiente donde lo iban a degustar y éste se había tornado color negro.
Al regresar a su comunidad, el rey dijo que ya entendía por qué los purépechas celebraban la Noche de Muertos: los dioses los habían bendecido convirtiendo el líquido de color negro, en honor a su luto.
Javier Aguirre asegura que, cuando te terminas la bebida, cuando ésta se empieza a evaporar, en el fondo del recipiente queda una gotita azul, como la luz de las estrellas que ilumina el camino eterno de las almas.